Louis XIV

Fistula anal

En 1686 cargó con un doloroso bulto en el trasero que impedía al monarca sentarse, montar a caballo y caminar, todo bajo el continuo disimulo de que nada ocurría.

Con 44 años tuvo que optar por reposo absoluto y las circunstancias se mantenían en estricto secreto.

Intentó remedios como usar cataplasmas de cicuta y plomo, nada mejoraba su situación y no fueron pocos los intentos y distintos remedios. Se necesitó con urgencia un cirujano por la falta de confianza en el curandero con el que ya contaban, Antoine d´Aquin un doctor con fuerte deseo de obtener dinero y de pocas aptitudes. 

El cirujano Charles-Francois Félix (1635-1703) operó el 18 de noviembre de 1686 de una fistula anal a Louis XIV, siendo el primero en la historia en realizar una operación exitosa de tal característica. En aquella época las operaciones acababan en muerte asegurada, solo se hacía falta ser hábil cortando, era la única habilidad requerida.
Que decir de la falta de higiene de los instrumentos utilizados pasados de un paciente a otro sin escrúpulos.  

Charles pasó seis meses operando a plebeyos probando sus técnicas y reuniendo confianza para 'La Gran Operación'. Diseñó para esta un bisturí ‘curvado a la realiza’, se introduce a lo largo de la fistula utilizando un retractor. La operación duró tres horas sin anestesia.  

“Hicieron que se echara sobre un travesaño puesto en el borde de la cama, bajo el vientre, para levantarle las nalgas abiertas. Félix hizo la pequeña incisión e introdujo el bisturí regio (…) La intervención duró unos cuantos minutos. Luis XIV, martirizado, no emitió ni un solo grito, no se permitió ni un gemido. A lo sumo, en un cierto instante, suspiró ‘¡Ah, ah… Dios mío!’. Sostenía la mano de Louvois con la suya. Madame de Maintenon rezaba con fervor. La frente de Félix estaba perlada de gotas de sudor”. (Bordonove) 

Tal fue el éxito y la estupefacción en los cortesanos de ver al Rey Sol recibiendo a embajadores un día después y en pocas semanas montando a caballo de nuevo, que Francia asombrada tras la rápida recuperación organizaron celebraciones, pobres y ricos brindando por el Rey Sol.

Los cortesanos de Versalles nombraron 1686 como ‘el año de la fistula’.   

Lo más asqueroso y aficionado es el deseo de la gente en ser operado por el recién famosísimo Charles-Fracois Félix y utilizaran en ellos el mismo bisturí que pasaron por las partes nobles del Rey Louis. Muchos mentían su falsa enfermedad con tal de ser operados. La nueva imagen de la cirugía daba paso al inicio de la medicina moderna eliminando a los Barberos-cirujanos y su única habilidad de atravesar tejido. La nueva imagen se formó creyendo que se necesitaba conocimiento e inteligencia para realizar las operaciones. 

Estaba claro que nuestro héroe Félix se enriqueció y compró una finca. Cuando falleció el famoso cirujano en 1703 dejó gran parte de sus posesiones a la comunidad de cirujanos de París, con intención de mejorar la enseñanza en procedimientos y técnicas. 

En 1731 se creó la Real Academia de Cirugía de Francia.