Comienza por el comienzo

Lo primero de todo es que te preguntes como has acabado aquí. Si entraste en mi blog buscando curiosidades biográficas, cinéfilas, históricas que solo las ratas de biblioteca conocen y te da pereza buscar por ti mismo estas en el sitio correcto. Si en cambio lo que buscas es huir te sugiero que vayas a la parte superior derecha y des clic en la X.

Empezaré explicando y simplificando como de pequeña soñaba con ser aventurera, de eso siempre tuvo la culpa Lara Croft: Buscar tesoros, excavaciones arqueológicas, aprender lenguas muertas, civilizaciones… Supongo que pensé que no era capaz y era muy difícil encontrar nuevos hallazgos sin que construyeran un supermercado encima. También tuvo que ver la aprensión a algunos insectos por culpa de películas como La Momia, y en vez de eso acabé considerándome, parcialmente al menos, escritora, una gran escritora de verborrea.

Juro solemnemente que esto es una trasversal línea de acontecimientos reales en la historia y que yo pondré a vuestra disposición de manera bonita, concisa y rápida. Si veo predisposición quizá me anime a mostraros la enorme amplitud de mi laberíntica y abstrusa composición psicológica, y que espero no resulte cloroformo para la mente.

Mi amor por hablar y leer se remonta a un carácter parentesco con mi bisabuelo paterno al que no conocí, nunca podría haber conocido, pero del que sé suficiente como para saber que hubiéramos derrochado las horas hablando juntos. 

¿Sabéis esa sensación de encontrar a alguien con quien compartir ideas descabelladas, teorías desmesuradas, conversaciones profundas y sinceras? Deseo e intentaré que en mí blog encontréis ese tipo de sensación.

Si esto te ha sabido a poco estate pendiente a mis próximas publicaciones.

No olvides dejar un comentario, como dicen por ahí.

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Veo que eres una persona testadura y eso me gusta, al menos no gastaste un duro en leer esto.